Conceptos esenciales para la educación

Antes de empezar a plantearnos que podemos dar en educación es esencial partir de conceptos generales sin los cuales cualquier intento quedaría contaminado, bases que si son procesadas adecuadamente y las tenemos presentes a la hora de actuar, nos irán dando las claves por si solas para el día a día:

Cara de Niño

UN HIJO ES UN SER HUMANO DIFERENTE: Los padres no somos más que la vía para esa nueva vida, para la creación de un ser humano diferente y libre desde su concepción. Necesita de nuestro cuidado para desarrollarse, pero eso es otra cosa. No es nuestro espejo ni nuestra prolongación, él es él y sus características no tienen por qué ni siquiera parecerse a las nuestras. No ha venido a cumplir nuestros deseos, ni a terminar tareas inacabadas que nosotros no pudimos realizar, no es nuestra oportunidad para corregir errores propios, ni el cubo de basura donde proyectar nuestras frustraciones. El simple reconocimiento de esa diferencia nos llevará al RESPETO, le dará su propia identidad, la dignidad y los límites que necesitará tener para su evolución como persona de cara a unas futuras relaciones sociales sanas.

UN HIJO NO ES UNA POSESIÓN: Amar no es poseer sino todo lo contrario. El amor no debe convertirse en una carga, debemos ser conscientes en todo momento de la característica de incondicionalidad de amor filial para no echarlo sobre su espalda porque podría transformarse en un eterno chantaje emocional que arrastrarían como una deuda de forma inconsciente a lo largo de su vida. Querer es respetar, es proporcionar los medios para el desarrollo de los potenciales que diferencian a cada individuo, y estos solo pueden evolucionar desde la libertad, desde la oportunidad de equivocarse y corregir por si mismos, de experimentar su propia vida. No podemos confundir nuestro sentimiento hacia ellos, con la invasión, la absorción o incluso la anulación. La protección y las manifestaciones de cariño no tienen nada que ver y debemos tener siempre presente ese fino límite.

LOS HIJOS NO SON LA PAREJA: Hay que distinguir claramente entre pareja e hijos, los dos son elementos del grupo familiar pero su evolución es independiente y no debería asociarse por el sano desarrollo de ambos. Los asuntos de pareja no deben invadir o influir sobre los hijos, involucrarles es hacerles vivir una experiencia ajena y adelantada a su edad, es darles una responsabilidad que no les corresponde cuyos resultados de acierto o error les harán culpables sin poder tener los medios para cambiar nada.

NO HAY FORMULAS MÁGICAS: Se educa a través de la interrelación, en el dar y recibir. Podemos hablar de lo que un niño necesita para desarrollar su personalidad adecuadamente pero la forma de trasmitirlo dependerá de las características de quién lo da, y esas son diferentes para cada ser humano. En principio todas ellas son correctas si mantienen las bases esenciales de las que estamos hablando. De nuevo habrá que reflexionar sobre aquello de que “solo se puede dar lo que se tiene”, merecerá la pena que lo cojas para ti si quieres dárselo a tu hijo.