¿Consigues lo que realmente mereces?

¿Qué crees tú que te mereces para ti y para tu vida?…….Vuelve a leer despacio la pregunta mientras la sientes, pon plena consciencia.

¿Cómo es el sentimiento que acompaña a esa respuesta que ha salido de tu interior?, observalo bien porque eso es exactamente lo que conseguirás en el próximo 2013 y el resto de años, mientras ese sentimiento que te ha surgido no varie.

¿Te ha venido una sensación limitada o reprimida? ¿Has sentido culpa o vergüenza al pedir? o por el contrario, ¿has sentido a lo grande con una emoción de alegría?…….. Vuelve a hacerte la pregunta y vuelve a observar su efecto, háztela de vez en cuando, también cada vez que tengas que tomar una opción de entre varias. Apuntala en un papel y tenla cerca porque es una de las preguntas test que te indicará muy bien cual es tu estado de carencias en cada momento. A mayor densidad de «cargas» internas mayor represión en la respuesta, pero ojo, asegúrate de que no sea la mente la que contesta. La pregunta no se refiere a lo que quisieras tener sino lo que sientes que te corresponde.

En estos días trabajando la despida del año, creando las nuevas aperturas para el 2013, he tenido ocasión de reafirmarme en muchas de las ideas y prácticas que vengo trasmitiendo. Estoy cada vez más satisfecha de lo que digo y hago, más segura y convencida porque veo los resultados en mí y en otras personas que se han atrevido a experimentar fuera de lo establecido, o sea, fuera del miedo.

De nuevo tengo que insistir en lo fundamental de conseguir un buen nivel de autoestima, que evidentemente solo puede alcanzarse conociéndose a sí mismo. Si no te conoces, ¿cómo demonios vas a saber lo que vales?, ¿cómo vas a amar lo que no conoces? No tengas ningún miedo de saber más de ti, porque te puedo asegurar que nadie que se ha conocido en profundidad se ha desestimado sino todo lo contrario, conocerse de verdad es garantía de amarse. Si no lo consigues es porque no has elegido la línea más adecuada para ti. Tienes que intentarlo, e intentarlo es probar y probar hasta que des con ello. Primero busca la información (está toda la que se necesita), y después da el paso, la acción es imprescindible. De nada sirve la teoria más que para engordar la mente que ya bastante ego tiene encima. Para conocerse, hay que explorar sí o sí el inconsciente o niño interior (el 80% de lo que estamos formados), la fuerza o impulso que nos lleva hacía, el guardian de nuestras creencias limitantes, el que tiene el «enganche» a las dependencias, pero cuando está sano y limpio, el también posee todos nuestros potenciales innatos, nuestra creatividad.

Y aquí quería yo llegar.

Mientras en tu inconsciente siga habiendo sentimientos de culpa, insuficiencia, inadecuación, incapacidad o vergüenza, será imposible que te sientas merecedor de nada más allá de aquello que justifique o sintonice con ese sentimiento. Si tu Niño interior está herido de culpa, solo estará abierto a recibir castigo (situaciones de sufrimiento y personas «verdugo»), si te sientes insuficiente solo podrás atraer escasez (relaciones y situaciones «pobres»), si tu inconsciente padece la enfermedad de la vergüenza serás el blanco de circunstancias y personas que te humillen. La realidad que crearás para ti y para tu vida, estará siempre en función del nivel de autoestima que tu Niño interior sienta. Cuando sientes que eres poco, que vales lo justo, que eres «corriente», que dependes de la valoración de los demás para sentirte mejor, si vas siempre preocupado por tapar tus defectos, cuando llegue la hora de pedir, solo podrás hacerlo en la misma medida, o sea, con estrecheces, con vergüenza, con miedo de desear a lo grande creyendo que no te correspnde más allá de lo que sientes que vales. Incluso te disculparás o justificarás constantemente por ello.

Mientras no te sientas merecedor de «lo mejor», «Lo Mejor» nunca se acercará a tu vida, incluso si en alguna ocasión pasara por tu lado, o no lo verías o lo rechazarías. Será imposible, por pura ley científica de la Física Cuántica.

Así que ahora que estamos a un día de comenzar el Año Nuevo, donde todas las energías se confabulan para el «deseo», dedicate un tiempo a escuchar esas limitaciones internas que tu inconsciente te está poniendo, y haz un ejercicio drástico de liberación. Rompe esos barrotes, ámate a lo grande, pide y desea a lo grande. Tu Niño herido no se atreve, pero tú como su adulto debes decirle que le comprendes, que sabes por cuanto ha tenido que pasar, que conoces todos su miedos, pero que a pesar de tantas cosas como aún debéis aprender, le quieres tal y como es. Dile lo diferente que es a todos los demás y cuanto te gustan sus diferencias.

Y entonces, mañana dia 31 del 2012, minutos antes de que suenen las campanadas de medianoche que marcarán el comienzo del Nuevo Año, busca un rincón para quedarte a solas y haz lo siguiente, cierra los ojos, entra dentro de ti, de tu Corazón, y dile a tu Niño las cuatro palabras mágicas. Te recomiendo practicar este ejercicio tecnica-hooponopono todos los días cuantas más veces mejor y durante todo el año, sobre todo antes de dormir y al despertarte por la mañana:

Lo Siento,

Por Favor Pérdoname,

Gracias,

Te Amo,

y prométele que nunca le abandonarás.

Después, justo a tiempo, vuelve con tu familia o amigos, y desde ese Amor que por ti mismo habrás despertado,…….

¡¡¡ SIENTE Y DESEA A LO GRANDE !!!……. Abraza y disfruta de la celebración de haberlo conseguido.

…………..Y cuando tú quieras, cuéntame los resultados. Si no lo pruebas nunca lo sabrás, no te quedes en el «saber» y ACTÚA.