¿Por que está siendo tan dificil el encaje entre nosotros?
En mi opinión todos los sintomas apuntan a un periodo de transición acelerado y los resultados son de cierto desequilibrio a la hora de actuar. La inseguridad que va asociada a todo cambio se manifiesta en comportamientos retraidos, que aplicado a los géneros y en este caso al masculino, suponen una falta de confianza a la hora de actuar.
Dicho con otras palabras, observo un temor en el hombre hacia la respuesta que pueda obtener de las mujeres, y esto le hace contraerse en lo que por excelencia fue su feudo, tomar la iniciativa.
Hace mucho tiempo que la mujer comenzó a recorrer el camino hacia la independencia, en nosotras la generación «puente» se tejió antes. La mujer de los 60 apostó por el cambio que venía empujando desde atrás y para continuar avanzando con el relevo que la correspondía se vió obligada a mantener tareas heredadas a la vez que abría otros caminos hacia nuevas actitudes. Intentar mantener el equilibrio entre el pasado y el presente fue una labor dificil que aún muchas mujeres de esa generación soportan. Mi sensación es que el hombre durante ese tiempo esperó, creo que incluso al principio lo hizo con cierto excepticismo socarrón, «dejándo hacer» confiando que la situación seguiría bajo su control, tomó asiento y se acomodó. Pero nada se para.
Todo camina con un orden lógico, y los nuevos hombres, los hijos producto de aquel entorno, han recibido, percibido, sentido y «mamado», un modelo desestabilizado de roles. «Mamá se independiza con el trabajo fuera de la cueva a la vez que cuida de su tribu, y papá, como buen cazador, está despistado porque siente haber perdido el control sobre lo que siempre fue su «territorio». Creo que los hombres de mi generación debieron sentirse como Sanson cuando Dalila le cortó la coleta. ComprenderLES es el camino.
En consecuencia el modelo masculino que la generación de los 70-80 ha heredado, va cargado de inseguridad, sentimientos de perdida, indefinición y desubicación en general. Todo lo que hasta entonces al hombre le había proporcionado seguridad, un rol bien definido, se ha desmoronado. ComprenderLO es el camino.
Y ahí estamos. Es a vosotros a quienes ahora os toca navegar con esa herencia, hacer equilibrios entre el pasado y el presente como lo hicimos nosotras. Las mujeres por experiencia sabemos que no es fácil tejer ese «puente», pero no os queda otra si queréis avanzar en paralelo, y os aseguro que ellAs necesitan que lo hagáis. Se trata de una época de preparación, no podeís hacer un cambio radical porque tampoco la mujer aún está del todo preparada para perder de golpe al «cazador» que la protegía, ellA también sigue adaptandose. ComprenderLA es el camino. Sabed que ambos nos sentimos inseguros y que cuando estéis los unos delante de las otras debemos todos tenerlo en cuenta. Poniendo una comparación, es algo así como la sincronía que debe haber entre el embrague y el acelarador si queremos que el coche avance.
Para terminar, y creo que en nombre de muchas mujeres de todas la generaciones, no tengais miedo. Apoyaos con lecturas, otras experiencias, pidiendo ayuda y consejo al otro sexo que ya pasó por ahí.
OS necesitamos, NOS NECESITAMOS, como personas y como complemento.
El entendimiento, la sincronía, el amor entre la pareja es el mejor legado para las generaciones futuras, hagamos el trabajo que nos corresponde en la historia, tomad el relevo, avanzad y entregadlo a vuestros hijos con la satisfacción de haber hecho lo que en vuestro momento os correspondió, con honestidad, sin miedo. Por vosotros, por nosotras, por la evolución.
Perdonar libera el alma, comprenderNOS es el camino.