La Re-Conciliación

Así, con esta reconfortante palabra resumiría un largo proceso y el final de otra etapa más en mi personal camino evolutivo, algo que intentaré trasmitir en una trilogía de sucesivos post donde compartiré los «diálogos» que mantuve desde mi Consciencia Individual con las otras dos partes de mi misma (mi Niña y mi Ego), y que fueron fundamentales para llegar al lugar en el que ahora me encuentro. Son como los capítulos de un libro donde cada uno por si solo contiene una historia completa, sin embargo en la práctica, ninguno de ellos hubiera sido posible sin el anterior.

Como agujas enganchadas a la esfera de un reloj, vamos recorriendo cada cuarto como etapas de una vida. Solo desde la perspectiva más amplia podemos ver la realidad de una primera mitad descendente, de separación, y otra segunda ascendente, de regreso al punto de origen, como ocurre exactamente en nuestras experiencias reales de la vida. Esta es la visión que solo la consciencia puede darnos. Solo cuando logramos soltarnos del apego a la esfera podemos ver la trayectoria completa, pudiendo observar el punto donde nos encontramos, lo que fuimos y de donde vinimos, lo que hemos recorrido y hacía donde nos dirigimos. La clave para alcanzar esta panorámica más elevada es EL ARTE DE LA DISOCIACIÓN, algo que curiosamente está absolutamente castigado por la psiquiatría, realmente increíble hasta que investigando descubres cual es el verdadero rol de este poder dentro de «la maquinaria». Pero este, es otro asunto.

La visión general es que cada uno de nosotros somos unidades individuales completas, con un único Yo original y diferenciado que como parte de su propia evolución y la de toda su especie, se va separando de sí mismo. Porque para ser aceptados y recibir el amor que necesitamos al interaccionar en este mundo, nos vemos forzados a fabricar una identidad distinta a la real, otro «yo» llamado Ego, que se construye por imitación a imagen y semejanza de los egos que nos educaron. Así es como el inconsciente recoge nuestra primera y mayor herida, el abandono, nuestro primer dolor representado en la pérdida de la infancia . Una vez transcurrido este cuarto de iniciación, nos adentramos en el segundo ya como seres duales, con un Niño herido en nuestro interior que sigue demandando lo que necesitó para desarrollarse, y un «Ego» como falsa identidad encargado de proteger bajo una increíble variedad de «disfraces», el miedo que nuestro Niño herido tiene al dolor de todo aquello que pueda avivar el recuerdo de su abandono y su rechazo. La resistencia y tamaño del ego es directamente proporcional a la intensidad del miedo y la profundidad de las heridas.

Las expectativas aprendidas por el ego de transitar un camino ascendente hacia la vida adulta o la ansiada tierra prometida (JÁ…) , se da de bruces al final de la primera mitad cuando se da cuenta que todo ha sido una ilusión. Entonces es cuando el Niño se siente engañado y aumenta su rabia, y el Ego terriblemente frustrado sin la menor idea de qué hacer, abriéndose un vacio interior de separación que algunas «agujas» describen como «pozo» cuando llegan a las 6,30 Pm. Otras sienten pérdida en ambos sentidos, de orientación y de sí mismos. Todos estos sentimientos son absolutamente reales, porque efectivamente todos sufrimos en mayor o menor medida de abandono y rechazo, porque efectivamente hubo engaño y una falsa ilusión, porque efectivamente lejos de estar subiendo hacia la luz, estábamos descendiendo transitando la sombra.

Pero podemos resumir hasta aquí como clave principal, que en realidad la mayor herida y fundamental error que padecemos fue, y sigue siendo si no lo corregimos, de nosotros contra nosotros mismos, al dejar de ser quién éramos como resultado de nuestras primeras experiencias en la búsqueda del Amor Incondicional de nuestros padres. Fue y es el Ego el que nos separó y nos separa de nuestro Yo auténtico cuando interviene, quien le abandonó y le mantiene abandonado o rechazado por considerarle insuficiente, y es el Niño quién sigue sin ser tenido en cuenta y el que porta el resentimiento y la rabia de ser manipulado por él. El resto de nuestra vida, el entorno, las parejas, los amigos..solo son el espejo que refleja esa relación, la que interiormente cada uno mantiene consigo mismo.

«Tal y como te trates a ti mismo, así tratarás y será tratado»

Lo más importante de este recorrido inevitable empujado por «Las Fuerzas de la Evolución «, es darnos cuenta. Pero…¿te has preguntado alguna vez Quién es «Ese o Eso» que se da cuenta? ¿Quién observa? ……

La Consciencia individual que Eres en un plano más elevado, disociada de las heridas del Niño y las mentiras del Ego, es la única capacitada para observar, poner orden y elegir, la mejor forma para su propia evolución a través de ti. La buena noticia es que a partir de aquí nos espera el camino de regreso, hacía la reunión, el reencuentro con nosotros mismos, la vuelta a casa, un esfuerzo realmente superior porque empieza el recorrido ascendente por la otra mitad de la esfera del reloj. Ahora solo queda que desde tu Consciencia elijas la manera de hacer «este Viaje», el aprendizaje, si aprovechas la corriente de las Fuerzas que te empujan a limpiar y corregir, o contra corriente, en lucha, aferrado a las resistencias de tu Ego y al miedo de tu Niño.

¡¡Cuénta-te-lo!!