Aquí os describo los pasos que he observado en los procesos de cambio por el que una amplia mayoría ha ido transcurriendo desde unos años atrás, con la que seguro os vais a sentir identificados.
Empezamos por «la sacudida», la llegada de una crisis o terremoto en toda regla que no solo hace tambalear las estructuras externas sino que pone en jaque nuestras raíces más profundas. Es la forma que tiene la consciencia de llamar a tu puerta. Las situaciones se vuelven críticas obligandonos a actuar de una manera u otra. Unos aprietan los ojos para no sentir el vértigo, repitiendo los mismos patrones de siempre que los han llevado hasta ahí, pero otros sin embargo los abren bien para verlo todo, superando el sentimiento de inseguridad que produce la posibilidad de tener que hacer un cambio.
El segundo paso «la búsqueda» de información y soluciones desconocidas, espacio del recorrido donde se establecen aquellos que aceptan tomar la responsabilidad de una nueva dirección. Pero llegados a este punto, nos encontramos con otra bifurcación. A un lado, los que aún convencidos del cambio necesario se perdieron en «los datos», en una recogida sin fin donde nada es suficiente para atreverse a dar el siguiente paso. Resistencias. El miedo inconsciente les paraliza dejándoles flotando en la teoría, estancados en su propia mente viviendo una realidad virtual. Al otro lado se mueven los que han reunido el valor suficiente para pasar a la otra orilla, el momento que más pánico da de todos, traspasar la frontera de las ideas y empezar a tomar decisiones.
«El enfrentamiento» Los que fueron capaces de superar el miedo a la Verdad de sí mismos, descubren que es la única manera de vivir. A pesar del sabor amargo, triste y decepcionante que tiene darse cuenta del engaño que hemos practicado a todos los niveles, la inmensa entrada de luz que provoca en tu interior te libera de forma mágica. Darse cuenta de que tu vida no la has vivido tú, necesita de grandes dosis de Amor y valentía. A partir de aquí comienza un apasionante camino lleno de «me he dado cuenta de…», abriendo nuevas ventanas allí donde acabas de atravesar una puerta. El final del reto de haberte enfrentado a la Verdad te llevará a descubrir las verdades fundamentales de tu existencia, señalándote claramente el camino
«La acción». Si no ejecutamos con hechos en el plano material, nada sirve. Cualquier movimiento mental o emocional que no se materializa en actos, son humo. No existen. Con una sola acción ejecutada, un solo paso en la dirección correcta aunque esta suponga desprenderte de algo, romper, separase, dejar ir…. todo empezará a fluir. Lo difícil es dar/hacer ese primer paso en la dirección contraria que lo habías hecho hasta ahora.
«Integración». Aceptarte sin distinciones, tanto lo que te gusta como lo que te avergüenza de ti y deseas mejorar.
«Confirmación». Lo que ocurra dentro se manifestará fuera, así sabrás lo que sigue igual, en qué medida ha cambiado, y/o lo que te queda por trabajar.
Mucho ánimo, porque si no te quedas en la ilusión de los pensamientos y pasas a la primera acción, habrás comenzado el camino. El tuyo.
Los exámenes de reválida son frecuentes tran un ciclo, y suelen ser de mayor nivel-exigencia según vas progresando. No te preocupes, saldrás airosa. Confia en ti.
Un millón de gracias por compartir tu experiencia.
Para nada Leonor, informar de que se moderan los comentarios es advertir de que los textos que utilicen expresiones agresivas, mal sonantes o con intención de contaminar el respeto y la libertad de los demás, no serán publicados. Simplemente eso.
Muchas gracias por tu colaboración.
Perdona, que me quieres decir con que son moderados los comentarios.
me sugieres algo con ello??
Concha, me gusta mucho lo que has escrito. En este momento que tengo una gran sacudida.
que parece que a pesar de las estrategias aprendidas en otros momentos de de mi vida, se me cae todo y me quedo sin energía , paralizada.
Maravilloso, Concha.
Te agradezco mucho esta fabulosa síntesis, otro grandísimo artículo.
Muchas gracias por tantas cosas!!
Concha, son un Kit para llevar a mano cada vez que sentimos las sacudida, en lugar de salir corriendo, ponerse manos a la obra, Ser nuestra propia obra — y como bien dices siempre andamos limpiando. Gracias por todo el corazón que despliegas, por compartir tus experiencias y la revelación consciente que descubriste a través de ellas porque nos sirve a much@ de referencia.