Esta es la prueba, el recuerdo de que en nosotros también hubo un entendimiento natural, libre de los condicionamientos que con la edad fuimos adquiriendo, ese proceso que fue modificando nuestra forma de ver el mundo, nuestros objetivos y finalmente nuestro comportamiento. Es una filosofía de fondo, para no olvidar que dentro de nosotros existe la posibilidad más lógica y feliz de apreciar la vida. Este video nos ayuda a realizar la parada obligatoria que debemos hacer cuando la rueda de los «tengos que» nos arrastra.
No escuchamos a nuestros mayores por considerar que no están en la onda, ni a los niños por despreciar su experiencia, ¡que prepotencia tan grande!, no nos valen o por tener demasiada vida o por tener muy poca, sin embargo ELLOS son los que mejor posicionados están para ver el mundo desde fuera, son los NUESTROS OBSERVADORES, nuestra mayor fuente de sabiduría. No me cansaré de decirte, ESCUCHA ATENTAMENTE.