¿Qué intentaron decirnos?; ¿En qué radica nuestro mayor poder?
Desarrollar por escrito la idea que voy a exponer no es fácil, así que os pido un poco de paciencia hasta el final porque aunque el razonamiento os pudiera resultar surrealista, es probable que encontréis algún dato interesante por el camino que os pueda servir. Solo deseo tener la suficiente habilidad para hacerme entender.
Primero tengo que exponer las «piezas» que sin haber tenido intención ni haberlo buscado se conectaron en mi cabeza, encendiendo una «bombilla» que apuntaba esa frase tan repetida en algunos foros de, «somos dioses». No me gustan los actos de fe, porque cuando por fin abres los ojos te das cuenta de la cantidad de intereses ocultos que hay detrás de algunas afirmaciones, que simplemente por ser repetidas pasan de generación en generación como verdades sin cuestionar (creencias). Por eso, mi espíritu inquieto que ya sabe mucho, revisa lo heredado, y de lo nuevo recoge aquello que le resuena poniéndolo en un cajón a la espera de que encaje para incorporarlo a su vida. Y así es como voy llegando a mis propias conclusiones….
En este caso me resonaba la frase y mucho. Las «coincidencias» entre la propia experiencia y la de muchos otros, las teorías psicológicas y filosóficas que conozco, escrituras y documentos de la antigüedad leídos, los mensajes y biografías de grandes iniciados (Rama, Jesucristo, Buda, Krishna, Pitágoras, Platón….), me han hecho sospechar con bastante fundamento la posibilidad de que se haya manipulado información relevante para separarnos del conocimiento de nuestro mayor poder. A este tipo de pensamientos algunos lo llaman teorías conspiranóicas, pero yo más bien diría que abrir la mente a estudiar diferentes posibilidades, incluyendo las que no nos gustan, es un signo de madurez. De niños es, No querer creer que los «padres» que tenemos o nos dirigen están afectados como cualquiera por un ego con la capacidad de manipular cuando le interesa mantener el control.
La idea que pretendo trasmitir parte de observar el funcionamiento del conflicto interior, esa particular lucha entre corazón y mente que todos tenemos, que se repite antes, durante, y después de cada pequeña elección o toma de decisión. Forma parte de nuestra vida gestionar el equilibrio entre esas «voces» internas cuando se contraponen, conseguir el acuerdo como si se tratara de entidades con opiniones distintas dentro de un mismo cuerpo. Este conflicto individual se recoge tanto en la Psicología Clásica como en la Moderna de muchas maneras según los autores. Solo dos ejemplos para no aburrir, el Psicoanálisis distingue tres fuerzas interiores, Súper Yo, Yo, y Ello, y en otras tendencias actuales con las siglas P.A.N (Padre, Adulto, Niño). Se reconocen y describen de formas diferentes, pero todas coinciden en la existencia de tres influencias distintas cohabitando. Quizás la mayoría de la gente lo identifique mejor como, cuerpo físico, cuerpo mental y cuerpo emocional, o simplemente, cuerpo, mente y espíritu. El Sistema de Diseño humano también habla de, Vehículo, Autoridad externa y Autoridad interna. Hay que añadir que muchas de estas disciplinas y autores, coinciden igualmente en la existencia de una energía superior ligada individualmente a las anteriores en la función de guía, llamada comúnmente SER o YO SUPERIOR. Pero lo más importante, la chispa que hizo la conexión como si de un cartel luminoso se tratara, fue la frase sobre la descripción de la identidad Divina o el llamado Misterio de la Santísima Trinidad tantas veces repetido en el colegio, «Padre, Hijo, y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero»…..¿Curioso no?….como mínimo da para pensar:
La Iglesia lo llama «Misterio» y limita el mensaje a un acto de Fe……¿Por qué? ¿Quién o quienes lo titularon condicionándonos con esa palabra y separándonos del entendimiento? ; ¿Es realmente la única interpretación posible y objetiva que se puede hacer del contenido? ; ¿Quién ha dicho que fuera exclusivo de un solo Dios y no nos estuvieran hablando de ese Ser Único y diferenciado que hay en todos nosotros que muchos otros describieron y describen de semejante manera?…..
En todas las ciudades, pueblos, culturas, razas y religiones encontraréis a un humano que se ilumina, que conecta en un monte o bajo un árbol (siempre en la Naturaleza) con un Ser Superior que le da sabiduría y dones, que actúa como un Padre que protege y guía. Un Ser que además experimenta su ego (su Yo), que cuando ama sobre todas las cosas crea y perdona, pero cuando está herido despliega toda su ira destruyendo y castigando. Es el Ser que lo ve y lo sabe todo de ti porque está más arriba, por encima del cuerpo físico (aunque no demasiado lejos)……
¿De qué «dios» se hablaba realmente? ¿Del que eres Tú, soy Yo, del Ser individual que hay en todos nosotros formando un Todo y Único Dios?
Si recuerdas o lees de nuevo algún pasaje de las Escrituras, hazlo desde esta hipótesis y verás que encaja incluso más que la versión impuesta. El resto de importantísimas implicaciones las dejo a tu reflexión.