…..PARAAAAA, y cuando digo PARAR, quiero decir:
Siéntate, quédate quieto, apaga la tv, deja en estado de suspensión tu mente/tu portatil, olvídate de los «tengo que», no planifiques (la-mente-no-es-para-tanto), haz tres respiraciones profundas, haz consciente tu presencia, siente tu cuerpo físico…. todo eso que hace tanto tiempo que no haces, SENTIRTE Y ESCUCHARTE. Esto te ayudará (conecta-contigo)
Este es el kilómetro cero, por aquí se empieza. Da miedo lo sé, pero todo lo demás será imposible hasta que no pares. No estás solo te lo aseguro. (vivir-o-sobrevivir-tu-eliges)
Es curioso que constantemente preguntamos como en un ritual a los demás, ¿como estás?, pero…. ¿sentimos conscientemente lo que decimos? Y ahora lo más importante, ¿cuantas veces te preguntas a ti mismo como estás? y si lo haces…. ¿te permites el tiempo suficiente para escuchar tu respuesta? ¿Te has planteado que en tus relaciones a menudo te enfadas con tu pareja, con tus compañeros de trabajo, amigos, e incluso con tus hijos porque «no se dan cuenta» de lo que quieres o de lo que te pasa, siendo que en la mayoría de los casos no lo sabes ni tú? No te quepa duda de que el primer problema es la falta de hábito, simplemente practicándolo se consigue mucho. El segundo problema y más importante son las creencias, en concreto esa tan castrante sobre el «egoismo». ¡Pobre ego!, qué ración de culpa recibe cada vez que timidamente nos autoabastecemos con un poco de amor y cuidado a nosotros mismos….. luego, viene el desgaste de energía con las más que sabidas auto-justificaciones y justificaciones externas…… ¡JO, me desgasto yo solo de pensar en ello! ¡Que rueda más insana, insatisfactoria e inutil, que esfuerzo más desaprovechado!, y…… ¿para qué?.
Este tipo de creencias consiguen reducirnos poco a poco, hacernos más pequeñitos, más vulnerables a la influencia externa. ¡Que bien se lo montaba la iglesia, que facil se lo ponía!…… y que herencia nos han dejado………
Recuerda que el principal motivo de para qué es beneficioso quererse a si mismo es «no se puede dar lo que no se tiene«. Es de cajón y creo que no necesita más explicaciones. Y el segundo «por qué» es : Si das cariño a los demás,… ¿porque no te lo puedes dar también a ti mismo, si eres tan ser humano como todos?. Como dije en otro artículo, puede que pienses que no te lo mereces, la redución continuada que producen este tipo de creencias asociadas al sentimiento de culpa, crean esa «idea» de no ser suficientemente bueno para recibir nada bueno.
El siguiente asunto con el que nos encontramos si somos capaces de arriesgarnos a sentir y escuchar como estamos es,………¿y si no me gusta lo que oigo?. Tú sabes muy bien la respuesta, de hecho el «no parar» es el mecanismo de defensa que te has buscado para no sentir eso que sabes que existe dentro de ti. La llevas dentro, te acompaña siempre, pero no quieres enfrentarte a ella. De este modo entramos en lo que se llama «CONFLICTO DE COHERENCIA». ¿A quién sigo?…… hago lo que sé que siento y me haría feliz o hago……. lo que ya sé que todos aprobarán?.
De momento no te preocupes de esto, práctica todas las mañanas haciéndote la pregunta, date los buenos días y escucha como te encuentras………. si no te gusta, no pasa nada, hacer eso consciente ya es un paso, ahora lo importante es conseguir que…… NO VUELVAS A OLVIDARTE DE TI. Luego, si es correcto para ti, sigue leyéndome porque entraré en ello. Poco a poco iras colocandote delante del primer paso del listado que incluí en el artículo para-intranquilidad-de-algunos-%c2%a1la-felicidad-existe.
Puede que ahora estés desesperado por no encontrar respuestas, pero créeme que las encontrarás cuando menos te lo esperes. Te aseguro que entiendo perfectamente como te sientes, y lo comparto. No puedo pedirte nada, solo acompañarte desde el corazón y felicitarte por hacerte preguntas, aunque sean desde el enfado, buscar las respuestas te pondrá en la dirección indicada. Namaste.
Un fuerte abrazo.
Tu consejo parece ser bueno, sino fuese porque no has pensado en una posibilidad. Dices: apaga la tv, tu computador, etc., sientate y quedate en estado de meditación, y bla bla bla. Hasta ahí, esto no tiene nada de sorprendente. Todos asumimos que tenemos ese espacio y momento en casa para hacerlo. Lo que tu consejo no contempla es que existimos personas que siempre hemos vivido en lugares donde esa tranquilidad, ese momento no existe. Los hijos de perra que he tenido por vecinos en el maldito vecindario donde vivo mis 36 años de mierda, es decir, toda mi vida, siempre se han turnado para joder y joder toda la vida. Es más, se iban unos y venían otros. Ahora, existen unos malditos hijos de perra que si no fuese porque ya casi he peleado con estos adefecios de mierda aun estaría haciendo bulla todos los días y todo el día. Así era. Encima, el lugar donde he vivido y vivo tiene 12 m2 para 5 personas. Bueno, ahora 4, una madre trastornada a la que pensaba sacar de ese lugar pero me di cuenta que ese es lugar, es el lugar donde quiere estar. De alguna manera, ella es como ellos. Y yo un pobre huevón que he pasado de todo, aguantando cosas de todo tipo para no terminar de agravar los problemas en este lugar. Aguanté mientras pude, he ssalido profesional de una universidad exigente en mi país, he trabajado y ahorrado para hacer un negocio y poder sacarlos de aqui; pero al parecer todos me han sbaboteado, hasta mi madre. No soy un maldito ocioso ni derrotista pero debo admitir que esto ya parece una maldición. Una malditya maldición. Presnetpe un proyecto a un maldito banco y me salió robando la maldita idea. Hay concha su madre, no hubiera sido tan fatal si no hubiera renunciado antes al lugar donde trabajaba, en un banco. Puedes tal vez insistir que no he hecho algo por salir adelante, por no abandonar a mim familia, o alguna otra cosa; pero te diré que tendré para cualquier cosa que menciones, algo que decir y de la cual yo tenga razón.
Ni siquiera estoy segurp por qué te escribo. Tal vez para que sepas que no tienes razón, tal vez porque en el fondo quiera o espere que me des una mano, o no lo sé. O sea porque tal vez quiero expresar de una manera extraaña que te equivocaste.
Pararte, sentarte cómodamente, respirar y escuchar nuestra respiración …. intentar que los pensamientos pasen y no hacerles mucho caso hasta que por dificil que parezca podamos vaciar la mente unos segundos….. y sentir lo más auténtico de nosostros mismos….. qué gusto, que sensación de bienestar tan increíble, qué ayuda nos estamos proporcionando y cuánto mejor haremos después todo lo que » ES TAN IMPRESCINDIBLE » y que tan agotados nos deja.
Sí, por supuesto que hay cosas que hacer y unos más que otros, pero esos ratos de quietud mental y física nos pueden ayudar enormente a que las cosas habituales sean hechas con otra actitud, de otra manera, más fluida quizás y menos estresante.
Nos vendrán nuevas ideas y notaremos que nos salen las cosas mejor, con menos esfuerzo …… sentiremos cómo nos encontramos mejor.
Tenemos que buscar esos ratos y meditar. No es fácil, pero merece la pena, sentir lo que somos y cuidarlo, es vital para dar lo que tenemos dentro.
Un beso fuerte, Concha.