La verdad es que da risa cuando uno oye cada verano ciertas informaciones y no otras. Esta del síndrome post vacacional es tan esclarecedora como cuando el medico te dice que eso que te pasa es un “virus”, y se queda tan ancho. Dado su amplio significado, el término síndrome puede anteponerse a cualquier conjunto de síntomas asociados a una conducta. Por esta regla de tres podríamos poner nombre a una lista infinita de ellos, el del cocinero, el camarero, el síndrome del desempleado, el post navideño, el de los lunes, o el post-vacacional como es en este caso. Pero.. ¿esta información que pone en duda el nivel de los profesionales de la salud, que nos aporta?
Con esto no estoy diciendo que tales síntomas no existan, al contrario, se hacen cada vez más presentes pero son tratados de una forma excesivamente superficial. En mi opinión es un mal generalizado que no afecta solo al ámbito laboral, y se llama “falta de motivación”. Esta es la conducta verdaderamente preocupante que debiera estudiarse. Si no queremos quedarnos en la superficie, habría que plantearse otras cuestiones:
¿Que está fallando para que en la mayoría de los individuos el trabajo se haya convertido en “trabajo forzado”, cuando el hombre por naturaleza es un ser activo?
¿Por qué las crisis emocionales y de relación van en aumento?
¿Por qué hay más interés en tipificar conductas que en dar respuestas a sus orígenes?
¿Es un problema de incompetencia profesional o es que hemos llegado a un punto en el que importa más la comercialización para hacer caja que el propio mal que lo genera?
O, ¿Será solo un problema de rellenar huecos en los informativos?
Yo diría que, la sociedad que está dominada por una carrera de producción sin límites olvida la ética de los medios, fabricando convulsivamente nuevas necesidades y productos al margen de su utilidad para garantizar la continuidad de su funcionamiento. Esta filosofía obliga a anteponer el “tener” al “ser” transformando sutilmente a la persona en “objeto”. Para cuando quiere darse cuenta no es “nada”.
Etiquetar componentes SUBJETivos, los OBJETiviza. Esta práctica es de fácil acogida popular porque ayuda al ego a eximirse de responsabilidad. Así, para casi todo ya decimos: “tengo depresión, tengo una crisis o tengo el síndrome de…”, en vez de, “me siento mal, soy desgraciado, o estoy pasando por…”.
Quizás el hecho de habernos convertido en sujetos pasivos sea el origen de esa falta de motivación generalizada en el trabajo, en las relaciones, e individualmente. Un sistema que prioriza al objeto sobre la persona acaba con toda motivación porque mata los elementos ESENCIAles para que exista: la FE en uno mismo y en los demás, la ESPERANZA en el proyecto, y la FORTALEZA para llevarlos a cabo. Este es el verdadero síndrome que padecemos, el Síndrome del sistema deshumanizado.
Lo positivo es que la consciencia de padecerlo está en aumento y el despertar individual empieza a organizarse en Grupos. El Síndrome POST Sistema deshumanizado comienza a tomar relevancia, y espero que en breve los medios de comunicación tengan que hacerse eco de esto.