Nunca antes había hecho terapia, aunque llevaba tiempo planteándome, y encontrar a Concha fue un gran alivio. Descubrí en ella una gran profesional, cercana y abierta. Llegué en un punto duro de mi vida y ella me abrió sus brazos y supo ayudarme, dándome las herramientas con las que empezaría a trabajar en mi. Más adelante probé con el taller del niño interior, en esta ocasión abrirme ante un grupo de personas me asustaba pero una vez más me sorprendió lo bien que Concha llevaba el taller, lo agusto y cómoda que me encontraba con mis compañeros y lo mucho que descubrí de mi niña interior. Sin duda Concha es una persona con la merece la pena cruzarse y trabajar, es alguien excepcional y llena de luz.