Conocí a Concha en el momento más crítico de mi vida y creo que fue su amor lo que me salvó. Desde el primer abrazo que me dio nada más verme sentí que estaba en casa y que juntas, saldríamos de aquello. Y vaya si lo hicimos! Desde entonces la tengo siempre cerquita y nunca olvidaré nuestro proceso. Una sesión con Concha es una experiencia de vida garantizada.